Como la célebre avenida bordeada por cipreses seculares que conducen a Bolgheri ha inspirado, con su vehemente belleza, al poeta Giosuè Carducci; así las maravillas naturales, artísticas y arquitectónicas de la Toscana han influenciado las mentes de tantos hombres ilustres que la hicieron famosa en todo el mundo.
Entre ellos, por ejemplo: Leonardo Da Vinci, ciudadano del mundo pero, aún antes, de la ciudad de Vinci entre las dulces colinas toscanas, donde el Genio tuvo origen y dejó su inconfundible signo.
Pintor, ingeniero y científico italiano: Leonardo es considerado uno de los más grandes genios de la humanidad. Nacido en 1452, encarnó plenamente el espíritu de su época, el Renacimiento, llevándola con su ingenio y su talento a las mayores formas de expresión en los sectores más diferentes: desde la ciencia al arte, desde la escenografía a la anatomía, pasando por la música pero fue sobre todo el más grande inventor y diseñador de todos los tiempos.
Y aún: navegantes, escritores, científicos y artistas de todo tipo quedaron fascinados por esta tierra rica de aldeas antiguas, obras de arte de inenarrable belleza, paisajes constelados de viñedos y caseríos; una concentración tal de obras maestras que sigue, en los siglos, inspirando a quien tenga la suerte de vivir en el territorio.
“Basterebbe Arezzo alla gloria d’Italia”
En esta frase del poeta Giosué Carducci se condensa la gran belleza de Arezzo. Patria de excepcionales mentes artísticas y científicas que han quedado en la historia, tales como Guido Monaco, inventor de las notas musicales, Piero della Francesca, considerado entre los más altos representantes de la pintura del primer Renacimiento y el gran artista Michelangelo Buonarroti.
Siena es una ciudad notoria en todo el mundo por su enorme herencia histórica, artística, paisajística y por su casco antiguo medieval que en 1995 fue nombrado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. El lugar más famoso de Siena es Piazza del Campo, la plaza tiene forma de concha y está circundada por edificios medievales, donde dos veces al año se corre el Palio.
No se puede hablar de Pisa sin mencionar su símbolo: la Torre Pendiente, uno de los monumentos italianos más notorios del mundo. El campanario, cuya construcción empezó en 1173 y terminó en 1350, debe su característica inclinación al terreno arcilloso y arenoso sobre el que se levanta. Junto con la Catedral y el Baptisterio, construidos en mármoles blancos y de colores, forma parte de un conjunto de edificios que el poeta D'Annunzio definió "Milagros", término que le dio el nombre.
La artesanía toscana se nutre de estas bellezas, perpetrando una larguísima tradición en el sector del calzado que tiene sus raíces en la edad etrusca y se transmite desde hace muchos siglos.
Los productos Failli 1979 Tuscany representan perfectamente esta milenaria tradición artesanal, con la misma excelencia y el cuidado por los detalles que hacen el Made in Tuscany famoso y reconocible en todo el mundo.
Así como la ciudad de Florencia, una fuente interminable de inspiración por su maravilloso pasado, rico de obras maestras históricas y artísticas. Aquí nacieron Dante y Brunelleschi, aquí empezó el período cultural más rico de Europa, el Renacimiento italiano. Sus museos, sus iglesias, sus galerías, sus fuentes y estatuas son un verdadero tesoro que la convierte en una de las ciudades más bonitas del mundo.
